BIRD BRAIN es un proyecto de cinco años de duración (ahora en su segundo año) de baile como navegación. El proyecto investiga los patrones migratorios y el comportamiento de pájaros y otros animales así como la relación biofísica y metafórica entre éstos y nosotros los humanos como compañeros de viaje en el planeta. BIRD BRAIN evolucionó a partir de mi exploración sostenida de la naturaleza de las formas, las conexiones entre el mundo natural y el proceso creativo, y el desarrollo de prácticas de danza experimental que nutren mi acercamiento al cuerpo como fuente de comunicación.

El proyecto incluye, en su primera fase (1999-2000), una pieza urbana titulada Pigeon Project (Proyecto Paloma) y cuatro viajes migratorios que forman la segunda fase (2001-2004). BIRD BRAIN cuestiona el impacto de la tecnología en las nociones cada vez más fluidas de lugar, distancia, traslación y tiempo. Por medio de la utilización de instrumentos técnicos como la red cibernética, los sistemas de posición global y las tecnologías de transmisión via satélite, BIRD BRAIN incorporará eslabones creativos entre artistas, investigadores científicos, ambientalistas, estudiantes, público en general y el mundo animal. Estas colaboraciones y las preguntas que ellas suscitan serán cada vez más sofisticadas a medida que el proyecto progresa, edificándose sobre el conocimiento adquirido durante cada etapa del proyecto.

"La migración de aves es el único fenómeno realmente unificador en el mundo, hilvanado los continentes de forma que no logran los grandes sistemas climáticos que se originan estrepitósamente en los polos, pero se desintegran al llegar al Ecuador." Me fascina la migración y los enlaces que esta crea entre continentes y ecosistemas. La adaptabilidad y flexibilidad que le permite a los pájaros migratorios y regionales coexistir simbiótica y solidariamente; la programación genética que le provee los medios de volar 5,000 millas a un sarapito (bristle-thighed curlew) adolescente de cinco semanas, de la tundra de Alaska a las cálidas islas tropicales del Pacífico Sur sin parar y sin compañía de pájaros adultos; y la variedad de pájaros cantores que migran del norte de Canadá al sur de Africa, pasando por el norte de Europa y el Medio Oriente - todos estos viajes me cautivan. Estas redes migratorias - concretas, delicadas, infinitamente complejas y en constante transmutación - recuerdan esas otras redes de información, y es éste eco entre ambas lo que enmarca mi acercamiento al baile como un proceso de navegación.

De acuerdo con el entomólogo Hugh Dingle, "la migración es un comportamiento especializado que evolucionó específicamente para el desplazamiento del individuo en el espacio." Esto podría ser facilmente considerado como una definición del baile. Como bailarines/improvisadores, pasamos mucho tiempo desarrollando y puliendo destrezas de navegación para transitar el momento creativo con una sensibilidad sagaz a todo lo que nos rodea, y cultivando nuestra capacidad perceptiva y sensorial para responder a lo inesperado e impredecible. ¿Cómo navegamos? A través del tacto, el olfato, el oído, la vista. Al igual que los bailarines, los pájaros utilizan su visión periférica, además de una variedad de mecanismos de navegación, para sentir unísonos y cambiar de dirección. ¿Qué vestigios de navegación animal han sobrevivido en nuestros genes? ¿Cómo han evolucionado? ¿Serán parte de nuestro sentido de cálculo matemático y lingüístico, del sentido intuitivo de pertenencia a un lugar que llamamos hogar, del instinto de añorar una cierta comodidad, de la necesidad de trasladarnos, de ser nómadas? ¿Ha evolucionado el lenguaje de nuestra necesidad de navegar, establecer un lugar, comunicar una ubicación? ¿Cómo continúa el cuerpo orientándose y navegando tiempo y distancias en reacción a las constantes y cada vez más rápidas imposiciones y transmutaciones de la tecnología en nuestros sistemas humanos?

Viaje #1, La migración de las ballenas grises, primavera de 2001
El primer viaje de BIRD BRAIN siguió la migración de las ballenas grises hacia el norte desde las lagunas que les sirven de lecho materno en Baja California, México hasta las costas nutricias de la Isla de Vancouver en Canadá. A lo largo de diez semanas, tres bailarinas, un videógrafo, una coordinadora y esta servidora producimos veinticinco presentaciones en acuarios, parques nacionales y estatales, museos de historia natural, playas públicas y calles urbanas. También auspiciamos nueve paneles de discusión con especialistas en migración, historia natural de las ballenas, pájaros y otros animales migratorios, y académicos que estudian nuestra relación con la naturaleza y el paisaje. Enseñamos nueve talleres de baile como navegación para estudiantes de escuelas primarias, bailarines y el público en general. Estamos editando veinticinco horas de material videográfico para producir un documental de una hora y trabajando en una propuesta para un libro con el autor William Fox para la Editorial de la Universidad Wesleyan. La página de internet de BIRD BRAIN (www.birdbraindance.org) trazó la ruta tanto de las ballenas, como la de las bailarinas. Cada semana, seleccionamos un segmento corto de las presentaciones grabadas en video que añadíamos a la página junto con citas de los diarios de viaje de las bailarinas. El primer viaje sirvió para definir los factores de creación, organización y desarrollo de un público para el segundo viaje.

Viaje #2, La migración del águila pescadora, otoño de 2002
El plan para el segundo viaje, con la ventaja de la experiencia del primero, es el siguiente. A finales de agosto del año 2002, cuatro bailarines incluyendo a esta servidora, un director técnico y videógrafo, y un coordinador de viaje y de relaciones públicas nos reuniremos con investigadores y expertos en águilas pescadoras en un centro de Sistema de Reserva e Investigación de Estuarios Nacionales (NERRS) en Wells, Maine. Con la ayuda de Mark Martell quien trabaja en el Raptor Center en la Universidad de Minnesota (Martell le ha seguido la pista a las águilas pescadoras previamente equipadas con aparatos de transmisión vía satélite por seis años en todos los Estados Unidos), identificaremos algunas águilas que, basándonos en sus rutas del otoño pasado, podrían servirnos de guía. Ya sea en auto o avión, los bailarines comenzaríamos nuestra migración siguiendo la ruta de las águilas pescadoras hacia el sur, pasando por Cuba y Venezuela, en esencia haciendo pequeñas "residencias" por el camino. Bailarines de cada región o país serán integrados a las presentaciones durante el trayecto. Haremos de veinticinco a treinta presentaciones, planeadas y espontáneas, con un público estimado de 3,500 personas de todas las edades. Algunos elementos de las presentaciones serán determinados por la información recogida por los científicos que están rastreando el progreso de las aves utilizando la telemetría de satélite. Por ejemplo, los pájaros podrían toparse con mal clima, estar descansando o alimentándose en un área urbana, o cruzando un cuerpo de agua. Estas posibilidades afectarán directamente la estructura de la partitura de movimiento que utilicemos para cada presentación. El público recibirá hojas sueltas de información (en inglés y español) que contextualicen las presentaciones y expliquen la totalidad del proyecto. Los bailarines participarán en discusiones luego de cada presentación. Las presentaciones ayudarán al público de manera sutil pero profunda a pensar creativamente acerca del arte, y en particular la danza, en relación con el ambiente natural. Uno de los propósitos principales del proyecto es educar al público sobre la urgencia de la conservación del medio ambiente de especies migratorias y otros animales.

Estamos desarrollando todavía el itinerario de viaje de esta segunda fase. Con la ayuda de colaboradores en cada región o país, entre ellos organizaciones que presentan artistas y espectáculos de baile, estaremos confirmando lugares de presentación, desarrollando mecanismos para conectar de manera significativa y bien contextualizada con el público y haciendo publicidad para el proyecto en los medios de comunicación regional, nacional e internacional. En cada paraje se llevará a cabo un día de talleres y un día de presentaciones seguidas por un panel de discusión, con días adicionales dedicados a formalizar relaciones con la comunidad, exploraciones artísticas e investigación de índole científica. Este es el itinerario tentavivo:
  • 25 al 30 de agosto, Wells, Maine. Local de NERRS, Laura Stone, Directora.
  • 1 al 4 de septiembre, Reserva Nacional de Investigación del Estuario de la Bahía Waquoit, Cape Cod, Joan Muller, Director de Educación.
  • 4 al 8 de septiembre, Rhode Island (activamente en busqueda de organización colaboradora).
  • 9 al 12 de septiembre, Santuario Nacional de la Vida Animal en la Bahía de Jamaica, Queens, NY.
  • 13 al 17 de septiembre, Sociedad Audubon de Cape, Cape May, NJ.
  • 18 al 22 de septiembre, Santuario de Hawk Mountain, Kempton, PA, Keith Bildstein, Director de Educación e Investigación.
  • 26 al 30 de septiembre, Virginia o Maryland (lugar no identificado).
  • 1 al 4 de octubre, Cuenca de Ace, S.C., Local de NERRS, Meg Hoyle, Director de Educación.
  • 4 al 8 de octubre, Reserva de la Isla de Sapelo, Local de NERRS, GA.
  • 9 al 12 de octubre, Florida (lugar no identificado aún).
  • 13 al 20 de octubre, Cuba, dos lugares determinados por Mark Martell y Keith Bildstein, basándose en su viaje este agosto de 2001.
  • 20 al 31 de octubre, Venezuela, el Parque Nacional de Henri Pitirre y otros espacios que serán identificados por Hercilia López, con quien he establecido una relación profesional a través de años participando en festivales de danza.



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